
El viernes por la tarde llegamos a Vitoria...


Por la mañana del sábado nos fuimos a Treviño donde tuvo lugar la celebración de la boda.
El pueblo, una preciosidad, es la pequeña capital del condado.



Trás una bonita ceremonia, cientos de pétalos de rosa para los novios...


Luego, a comer a Armentia, un pequeño pueblo cercano a Vitoria, rodeado de verdes prados...

De toda la decoración se encargó la hermana de la novia, que eligió el naranja y verde para los arreglos florales, centros, velas,...
Las mesas tenían nombre de especia, y nos tocó el comino.( canela, lavanda, tomillo,...). Un menú de lujo.


Y cuando no podíamos bailar más, nos despedimos de todos..

Hoy, ya en casa, a descansar esta tarde, y mañana será otro día.
¡Feliz domingo!